Martinis Bar, se encuentra dentro de la oferta comercial del Hotel tres estrellas, Jirahara, antiguo Barquisimeto Hilton, ubicado al este de la ciudad. Este edificio, es del afamado Arquitecto James “Jimmy” Edward Alcock, así que, la carga de las prexistencias por ser un edificio Premio Nacional de Arquitectura, es muy fuerte. El local donde se encontró Martini (ya fue remodelado), estaba al fondo del hotel, al lado este, dando frente a las áreas recreativas de piscina, con lo que podía gozar de áreas exteriores.
La accesibilidad al mismo, es privilegiada, ya que esta al fondo de las visuales de los usuarios que entran al hotel, directas a su recorrido natural y acceso, de las áreas recreativas y paisajísticas. Más allá, de gozar de los privilegios de captar a posibles usuarios por su situación, al entrar a Martinis, el objetivo era brindar una imagen de intimidad en el espacio, cargada de una visión cosmopolita, acorde a la oferta de un lugar de tanto prestigio.
Esta visión metropolitana de la propuesta, se ve demarcada por una estrategia clara, de representar en su cielo raso, el plano en bajo relieve (routerizado digital) de la ciudad misma de Barquisimeto que, con su laqueado negro, dan el sentido mismo de intimidad, pero con un alto grado de elegancia y modernidad. De este modo, solo se rompe la retícula de la cuidad, ese orden alegórico, al crear una serie de aperturas (islas) en el cielo raso, para demarcar los espacios importantes como, barra-bar, tarima, y áreas de diferente oferta al usuario, ya fuese familiar o parejas.
Así estos puntos anclas, se permiten salir de la regularidad de la propuesta y sus materiales generales, para brindar acentos a través de, la fabricación de mobiliario específico en la propuesta, de allí, que la barra-bar, posea un mobiliario que juega con diferentes texturas como el micro cemento, o las estanterías del bar, que traen otra imagen, a posibles ordenes que se contraponen a la idea general del techo. A su vez estas islas o aperturas, se apoyan en una trama libre y aleatoria, de perfiles de color blanco que, generan un contraste al fondo negro, y a la idea de orden que brinda la ciudad.
La importancia que Martinis Bar tiene para La Fabrica Arquitectos, radica, en estar cargado de múltiples significados para nuestro hacer, por un lado, es el primer proyecto de la empresa, donde pudimos abarcar los tres componentes de acción que caracterizan nuestra oferta, como son el proyecto, la fabricación y la obra. Y desde otro punto de vista, Martinis, nos brindó la seguridad de comprobar en primera persona, la calidad de servicio que podíamos ofrecer, y el sentimiento de seguridad que surge, de saber nuestra capacidad de trabajo, y el valor de nuestro producto.
Ya para el 2012, La Fabrica Arquitectos ponía como premisas en sus trabajos de fabricación e interiorismo, el uso de tecnologías digitales y constructivas, de allí la innovación en el uso de materiales como micro cemento, y sobre todo la utilización de fabricación digital de los cielos rasos, trayendo a la mesa, otras maneras de lograr los procesos constructivos en la ciudad, haciendo tangible la idea de “ciudad cosmopolita”.
Finalmente, es la sencillez de las pocas acciones, el brillo y los reflejos en sus materiales, la elegancia sinuosa de las geometrías, que se funden en la retícula de Barquisimeto, para lograr tener ¡la ciudad en el cielo!
